EL DIOS EL PACTO

GÉNESIS 2:4-7

Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra. Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Pbro. Raymundo Villanueva Mendiola

INTRODUCCIÓN

Hasta el momento él se ha revelado como el Poderoso que por medio de su Palabra y Espíritu da origen y sustenta todo lo que existe. Esta palabra Elohim nos impresiona, nos hace conocer al Todo poderoso Dios que de la nada hace surgir todo lo que existe con la sola voz de su Palabra. Y que  por su sola voluntad, tiene a bien hacer de la nada un todo armonioso y majestuoso donde podemos ver y su Gloria y Poder (Rom. 1). Ante la grandeza y majestad de Dios lo único que podemos hacer es inclinarnos y adorar en silencio reverente, sin embargo Él se acerca a su creación no solo como El TODOPODEROSO, también se acerca como יְהוָ֤ה Este, mis amados hermanos es el nombre con el que el Dios todopoderoso ha querido revelarse en una relación especial de Pacto con su Creación. 

Durante todo el capítulo 1 y el capítulo 2 vemos a Dios actuar, pero actúa de manera complementaria en cada uno. En el 1 establece que es el Todopoderoso, en el dos, establece una relación de Pacto se nos revela como El Dios del Pacto. 

EL DIOS QUE SOSTIENE AL MUNDO 

Las Sagradas Escrituras nos han dado a conocer aquello que estaba oculto al entendimiento humano, que todas las cosas comenzaron a existir por la voluntad de Dios expresada en su Palabra poderosa. El versículo cuatro precisamente comienza por dejar esto claro, todo lo que existe tiene su origen en la Palabra de Dios, ya que Él lo creó. No hay materia eterna, ni hay alguna parte de la creación que no necesite de Dios, toda ella depende necesariamente de la Palabra de este Poderoso Dios para existir. Tres veces la frase Jehová Elohim aparece en estos versículos. Las primeras dos en el cuatro y el cinco y la tercera en el siete. En esta sección me ocuparé de explicar la grandeza de este nombre y su relación con la Creación. 

En el capítulo uno no se nos había revelado el nombre de Dios, pero es a partir del versículo cuatro del capítulo dos que aparece claramente: Jehová Elohim. Es decir, Jehová el Poderoso. El nombre Jehová, quiere decir, “el que existe por sí mismo”. Él existe por sí mismo, no necesita de alguien o algo para poder existir o continuar existiendo. Este gran Dios, primero ha dado muestra de su gran poder, creando todo de la nada, ahora se nos presenta claramente como El que Es sin necesidad de nadie. Este Dios, tan grande y majestuoso no tiene necesidad de alguien o algo para continuar existiendo, no así la creación. 

El versículo 4 nos dice que tanto el cielo como la tierra necesitan de Jehová Elohim (aquél que existe por sí mismo). El versículo 5 y 6 nos dice que la tierra, la hierba del campo e incluso la lluvia del cielo necesitan de Jehová Elohim para existir. 

De ahí el profundo y craso error del Naturalismo que lucha por deificar a la tierra considerándola un ser vivo o incluso dotándola de personalidad llamándola Madre Tierra, como si a ella debiéramos la existencia misma y subsistiéramos debido a ella. La humanidad en su necedad trata de establecer alguna parte de la creación como su fundamento para toda su actividad, cuando en realidad nos ha sido dado ya en la Poderosa Palabra de Dios. 

Este Dios, ha sido quien ha tomado la iniciativa para relacionarse con su creación. Nótelo bien, tanto en el verso 4, 5 y 6 se dice continuamente Jehová hizo, o Jehová aún no hacía. Esto denota que por su Palabra Él hace que todo surja, pero también, que todo continúe existiendo. Este Dios, que existe por sí mismo, sabe que la creación entera no existe sin su Palabra (), por ello, Él no quita su Palabra, más bien es fiel a lo que Él ha establecido desde un principio. ¿Qué me asegura a mi que todo lo que Dios realizó no será destruido o dejará de existir en un arrebato de la ira de Dios? SU PACTO. Él es fiel a su Palabra. 

EL DIOS QUE SOSTIENE AL HOMBRE

Y Jehová Elohim sigue actuando. En el versículo siete Él dice que formó al hombre quien habría de ser el encargado de labrar la tierra (v. 5). Esta referencia sobre labrar la tierra, en hebreo también puede entenderse como adorar, o servir. Definitivamente no se refiere a que el hombre habría de adorar la tierra sino que en el acto de labrar, de realizar la agricultura y así, toda labor humana, es adoración al Creador Jehová-Elohim. 

Jehová Elohim, formó al hombre del polvo de la tierra. No nos dice que el hombre fue hecho en partes, más bien nos dice que el hombre entero fue formado de la tierra. Hay quienes quieren ver que Dios hizo un cuerpo y luego insertó el alma, pero lo que está diciendo es que Dios formó al hombre completo del polvo de la tierra. Nuestro origen es el mismo que el de los animales, que surgieron de la tierra (1: 24), nuestro origen es tan simple y frágil que el mismo viento hace que el polvo sea esparcido sobre los cielos. O que las muchas aguas desgajen o destrocen los grandes montones de tierra. Somos frágiles, débiles, e inertes. 

Pero el hombre no estaba vivo. El hombre estaba postrado en el suelo sin vida ni aliento, por lo que Dios, Jehová el Poderoso, sopló en el hombre su aliento que vivifica y le dio vida. E hizo que el hombre fuera un alma viviente (nephesh hayá). Un ser vivo. No sé si comprendes la grandeza de esto y lo maravilloso del Dios que tenemos. Él nos dio vida. Nos hace respirar, vivir y desarrollarnos en este mundo. Cuando la biblia nos habla del término “nefesh” hace referencia a que somos seres que deben su vida y aliento a Dios su Creador. 

Tú y yo, somos seres débiles, frágiles que necesitan de la continua gracia de Dios para vivir y mantenernos de pié. Nuestra vida, es sostenida por la Palabra de Pacto que Jehová Elohim ha establecido. Él dio su aliento de vida y es fiel en mantenerlo cada momento de nuestras vidas. Pero recuerda que es un don de Dios, nos es otorgado en amor por Él, no te pertenece. Esto nos debe ayudar a entender la gran necesidad que tenemos de este Dios Persona e Infinito que se nos revela en una relación de Pacto. 

El hombre todo, no solo una parte de Él, está involucrado en el servicio a Jehová Elohim. Está puesto en la tierra para honrar a Dios en su labranza de cada parte del mundo. El centro de nuestra actividad debe ser el Dios que sostiene la creación. El centro de nuestra actividad diaria debe ser el Dios que sostiene nuestras vidas. Cuando el ser humano se involucra en sus actividades económicas, no debe olvidar que todo es de Él y para Él. Cuando te involucras en tus actividades académicas no debes olvidar que todo conocimiento proviene de Él. Cuando el entras en el área de la política no debes olvidar que el Señor Todopoderoso Reina y que los gobernantes deben someterse a Él. Cuando te reúnes en familia debes recordar que ellos son para el Rey también. Que tu matrimonio, tu escuela, tu trabajo, tus pagos, tus compras, y diversiones giren en torno a Jehová-Elohim quien sostiene tu vida en su mano. 

CONCLUSIÓN

Toda la creación depende de Dios, el hombre depende de Dios. ¿Qué nos asegura que Él no nos destruirá el día de mañana? Especialmente porque sabemos que somos pecadores y malvados y que todas nuestras mejores obras no alcanzan para agradarle. SU PACTO. Nuestro Dios es un Dios que ha hecho un Pacto con su Creación entera. El próximo domingo empezaremos a ver cómo se expresó el Pacto en la relación que Él estableció con el ser humano.