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EN EL PRINCIPIO CREÓ DIOS LOS CIELOS Y LA TIERRA

GENESIS 1:1
INTRODUCCIÓN

Como hemos dicho anteriormente el libro de Génesis comúnmente es visto como un libro que nos habla de la Creación y del surgimiento del Pueblo de Dios. Sin embargo, por muchas piruetas exegéticas que puedan dar los teólogos y los pastores en las diversas Iglesias, no puede ser explicado claramente (a partir de esa visión) el por qué del surgimiento del pueblo de Dios. Sin embargo, nosotros hemos establecido que el libro de Génesis trata básicamente de El Comienzo y Avance del Reino de Dios. En este día estableceremos, por medio de el análisis de las palabras hebreas, lo que significa este texto de Génesis 1:1. Comencemos. 

בראשית
Encontramos en este texto la primera palabra que es “En el Principio”, y digo primera palabra porque en hebreo es una sola: בראשית Ya la habíamos conocido, se pronuncia Bereshit. Está compuesta por dos vocablos, uno es Be y el otro Reshit. La primera quiere decir “En” mientras que las segunda quiere decir “primicias, principio, cabeza, lo primero en tiempo, orden o rango” (Strong). Es de notar que esta palabra, como era usada en la antigüedad, hace referencia al comienzo del actuar de un rey, es decir el periodo inicial de su reinado. Cuando son coronados y comienzan a actuar como Reyes (Walton, Schöckel). Esta palabra, en el contexto escritural en que comúnmente es utilizado hace referencia al comienzo del actuar de un rey, por ejemplo en Jeremías 26:1 y 49:34, donde se nos habla de que la palabra de Jehová vino a Jeremías en el principio o comienzo del reinado de Josías y Sedequías. Por tanto esta palabra más que hablarnos de un principio temporal o de origen, nos está presentado el comienzo del obrar del Gran Rey. Por ello este versículo 1 sirve como introducción primeramente al libro completo y en segundo lugar a la Actividad Real del Rey. 

בָּרָ֣א
Y precisamente la primer obra de este rey es crear. Esta es una palabra que no conocían en hebreo, así que se las presentaré: בָּרָ֣א Esta palabra se pronuncia “bará” y quiere decir: “crear, dar el ser, sacar de la nada, hacer, producir, fundar, formar, plasmar” (Schöckel). Y tiene la idea de que este Rey hizo las cosas de la nada. Es decir, que trajo a la existencia algo que no existía para nada. Crear, en este contexto, no se refiere a la labor de un artesano que hace un recipiente de barro a partir de una masa previamente existente. Sino que se refiere al acto de dar origen a algo que no existía, algo completamente nuevo y sin una previa referencia. Este rey que “crea”, siguiendo el ejemplo del artesano, no solo da forma a la masa, sino también crea la masa. 

Otra acepción interesante de esta palabra “bará” es fundar. Este rey estableció el fundamento para la existencia misma. Dando origen, de la nada, a todo lo que existe. No se si alcanzamos a comprender esta gran verdad, y a ver sus implicaciones. Este rey, creó algo que no existía. LA ciencia moderna nos dice que “la materia y la energía no se crean ni se destruyen, solo se transforman”. Después del Bará del Rey, estamos de acuerdo con esta afirmación, sin embargo, no podemos estar de acuerdo con la afirmación de que la materia y la energía han existido eternamente, rechazando así la idea de creación. La ciencia moderna nos quiere hacer creer que el universo siempre ha existido como energía y materia. Nos dice que la materia y la energía inertes pueden dar ser, fundamento, y producir la existencia. Sin embargo, ante esta afirmación incrédula y perversa, las Sagradas Escrituras con voz autoritativa establecen: Bereshit Bará, “En el Principio Creó”. 

אֱלֹהִ֑ים
La siguiente palabra es una muy interesante, es אֱלֹהִ֑ים se pronuncia Elohim y quiere decir: “Dios, el Dios supremo” (strong) “divinidad, inmensidad, grandeza, dioses, jueces” (Targarona). Esta palabra hebrea es el plural de Dios, como bien se dijo, puede hablarse de “dioses”, pero esto no se refiere ni a la Trinidad, ni a que haya muchos dioses. Ya que en el contexto de Génesis 1 y debido a la idea que quiere enfatizar (que alguien dio existencia de la nada a las cosas) esta palabra se refiere a uno que establece y fundamenta lo que existe a través de su Poder y Autoridad. 

En este caso, se refiere a Aquél que en una muestra majestuosa de su Poder y Autoridad hace que algo que no existía comience a existir. Nos habla de Uno que tiene tal Poder que no necesita de algo en particular para que se cumpla su voluntad. Este gran ser, al que llamamos Dios, no es como nosotros, que para poder inventar o crear algo, necesitamos la materia prima. Él no tuvo materia prima, sino que con su solo Poder dio origen a la misma materia prima. También tiene tal autoridad que con solo decirlo, de la nada, surge todo. Ahora entiendo por qué los santos ángeles al tratar de entender al Dios soberano solo pueden exclamar: “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.” Y entiendo por qué los 24 ancianos cada día se postraban ante el Señor diciendo: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.” (Apocalipsis 4: 8-11). Porque este gran Dios que tenemos es uno que sustenta por su Poder y Autoridad todo lo que existe. Incluso, la palabra Dios, o Elohim como la hemos conocido hoy, podemos traducirla también como “el Poderoso” o “el Poderosísimo”.

Así lo ha creído la Iglesia a lo largo de los siglos, por ejemplo, en el Credo Niceno se nos dice: “Credo in unum Deum Pater Omnipotentem, factorem caeli et terrae, visibilium omnium et invisibilium” “Creemos en un solo Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo visible y lo invisible”. Agustín de Hipona establece también que Dios ha creado todas las cosas por su Poder a partir de la nada (Sermón a los Catecúmnos). O también Juan Calvino que dijo: “Para mi es suficiente que el plural expresa aquellos poderes que Dios ejerció al crear el mundo” (Calvino, Comentario sobre Génesis 1). 

הָאָֽרֶץ וְאֵ֥ת הַשָּׁמַ֖יִם אֵ֥ת
Y efectivamente, las últimas palabras de este verso son las siguientes:    הַשָּׁמַ֖יִם אֵ֥ת הָאָֽרֶץ וְאֵ֥ת Y se pronuncia Et Ha-Shamayim Veet Haaretz. Y quieren decir: los cielos (shamayim) y la tierra (aretz o éretz). Estas palabras simplemente nos quieren dar a entender que Dios, el Poderoso, creó, dio origen y fundamento a los Cielos y la Tierra. Este universo, este orden que nosotros hoy conocemos tuvo su comienzo cuando Dios decidió ejercer su Poder y Autoridad para dar origen y crear de la nada el todo caótico del cielo y la tierra. Este Universo, tal y como Dios quiso que fuera empezó a existir por su Voluntad que afianza y sostiene esta obra. El Credo Niceno dice que es Creador de todo lo visible y lo invisible. Y es que él ha establecido el fundamento para la existencia entera, no solo de las cosas que vemos, sino también de las que no vemos. En las Escrituras no hay tal distinción entre un Cielo eterno y una tierra temporal, sino que todo lo que existe está englobado en la frase Cielo y Tierra. La primera distinción creacional que Dios realiza, es decir, la primera diferencia que establece Dios es aquella entre los cielos y la tierra. Y aún así, este Universo, es descrito más adelante como un caos al cual el Poderoso Dios pone orden y belleza. 

CONCLUSIÓN

Ahora quiero que te asombres. Quiero que conozcas a este Dios tan poderoso que ha creado de la nada todo lo que existe. Quiero que conozcas y entiendas que su Poder es tan grande que de nada, hizo algo. Esto mi hermano es para meditarse, es para pensarlo bien y asombrarte ante este Dios que no necesita de nada para que su voluntad se cumpla. Y no solo esto sino que Él tiene tal autoridad que puede dar origen y fundamento a todo lo que existe con solo decirlo. Pero ¿sabes qué es aún más impresionante? ¿Sabes qué es lo que en realidad te deja abrumado y maravillado? Es que este Dios tan poderoso, con tal autoridad, este Dios que creó y sostiene hasta este día su Reino, es nuestro Dios. Este Dios, que a simple vista pareciera que es inalcanzable, por la obra de su Hijo Jesucristo se nos muestra accesible y alcanzable. Este Dios tan poderoso y con tal autoridad actúa a nuestro favor y por nosotros. Este Dios es, en fin, nuestro Dios. ¿Lo crees? Entonces vive con esa seguridad. Porque si la tierra es removida, si los peligros andan a nuestro derredor, si las acciones humanas parecen opacar el obrar divino, no temeremos porque Él es nuestro Dios, ¡el Poderoso Rey Elohim!

Pbro. Raymundo Villanueva Mendiola

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